e x p o s i c i ó n
 



mariate garcía + tamara norniella + mind revolution
No body Is an Island | sound-videoPerformance | 15'27" - salón de actos | adaptación expositiva de 11'35" | 2012

No body Is an Island - videoinstalación - medidas variables (2012)


sonia del corro
el elefante blanco | instalación | medidas variables | 2012


alberto valverde
Línea continua | Video instalación interactiva | medidas variables | 2010-12


juan carlos suárez & nacho suárez
instalación pictórica literaria || medidas variables | 2012

 


césar naves + maría pérez gil + sofia santaclara + jaime rguez
chaotic life | videoinstalación | medidas variables | 2012

césar naves + sofia santaclara + jaime rguez [music by Jared C. Balogh]
do you see me? | sound-videoperformance | 07'58" | proyección sobre instalación escultórica de María Pérez Gil | 2012


texto poema de miguel rual e instalación escultórica de maría pérez gil
habitación con vistas | instalación-escultura | medidas veriables | 2008 & 2010-12



sofía santaclara | libélula, fotografía, b&n, medidas variables (2012)


jaime Rguez | free aver, técnica mixta sobre tela (2010-12)



electrodomésticas / maría castellanos + Laura Fernández Patiño + Lucía Morandeira Novo
El gabinete de Ada Von Whitmore | Environment art - instalación interactiva | medidas variables | 2012



El gabinete de Ada Von Whitmore
| montaje final


 
 
p r e n s a / news

 

 


 » Avilés | Crítica | Miércoles 22 de agosto de 2012

Rearmar el arte

Una exposición subversiva con el poder y combativa con el orden establecido
JAIME LUIS MARTÍN 

La muestra colectiva «Contexto» representa un soplo de aire fresco en un momento que la globalización enseña su cara más amarga y empobrecedora y el capital recorre el mundo como un fantasma sin rostro, desmaterializado, extremadamente violento, engreído y dispuesto a desposeernos de cualquier derecho, arrebatarnos los escasos reductos democráticos que nos quedaban y reducir lo público a cenizas. En este contexto resulta imprescindible la apuesta por una estética de la resistencia, por un arte que transforme la mirada y abandone entornos decorativos, sumergiéndose en la reflexión y el conflicto, reivindicando aquello de lo que se avergüenzan o para lo que se encuentran incapacitados muchos políticos: la actividad política.

Pero, ¿realmente existe alguna práctica artística que no conduzca a la complicidad con el poder? ¿Resulta creíble una resistencia sin enfrentamiento con el mercado? Y. ¿no sigue el arte político teniendo muy mala fama como en 1970 indicaba Margaret Harrison? Aunque estas prácticas culturales combativas hunden sus raíces en los años sesenta cuando la eclosión de los movimientos por los Derechos Civiles, las revueltas juveniles y contraculturales cuestionaron la autoridad y el poder establecido. Los colectivos artísticos surgidos en aquella década como Art Workers Collection (AWC) se involucraron en la denuncia de la guerra de Vietnam y en estrategias feministas, para ya en las décadas siguientes incluir otros temas como la colonización, el imperialismo, la política racial, el medioambiente, el sida, la identidad y el multiculturalismo. Todo ello desembocó en la Bienal del Whitney de 1993, que abrió sus puertas al compromiso político y social, promoviendo, con coraje y determinación, un discurso político que prevalecía sobre otras lecturas estéticas más abstraídas.

En la Documenta X (1997), Catherine David recuperó la voz crítica del arte, separado de su contexto sociopolítico por una creciente mercantilización, con obras que desactivaban la utilización del arte para el consumo y el turismo cultural y lo rearmaban como un caudal de representaciones simbólicas que escapaban al dominio de lo económico. En todo caso se trataría de sustituir un arte vacío y vaciado de contenidos por estrategias de politización concretas. Okwui Enwezor planteaba en una de las cuatro plataformas que configuraron la Documenta XI (2002) el tema de la «Democracia No Realizada», un foro que exploraba el desmantelamiento de los sistemas democráticos por las presiones del capitalismo global que pone el acento en las políticas liberales y en los derechos individuales frente a los colectivos, al tiempo que desecha al no consumidor: marginados, refugiados políticos e indocumentados. Y Manuel Borja Villel, director del museo Reina Sofía, en unas declaraciones a Artforum sitúa entre los diez acontecimientos culturales más importantes del año 2011 al movimiento de 15-M al apreciar el modo en que los indignados «propusieron nuevas formas de institucionalidad y replantearon la tradicional división entre privado y público, promoviendo en su lugar la noción de lo común».

Jaime Rodríguez, comisario de la exposición «Contexto», consciente de que las instituciones culturales se enfrentan a la paradoja de existir como espacio material pero con contenidos difusos, cuando no espurios, contempla la necesidad de un ejercicio de redefinición y reflexión. «Tal vez» -señala- «involucrándonos en la transformación y reclamando espacios en los que convencionalmente hemos participado. El arte tiene ahí una función también política que requiere de posicionamientos éticos evidentes». En este sentido la muestra se estructura en cinco apartados: el contexto presencial y performativo (Mind Revolution, Tamara Norniella y Mariate García), el contexto lingüístico y pictórico (Juan Carlos Suárez y Nacho Suárez), el contexto del «hight tech y low tech» (Alberto Valverde y Sonia del Corro), el contexto de lo irrepetible (César Naves, María Pérez Gil, Jaime Rodríguez Y Sofía Santaclara) y, por último, el contexto interactivo (María Castellanos, Lucia Morandeira Novo y Laura Fernández Patiño), que intenta una aproximación a lo contemporáneo. Y si bien este es un posible recorrido, no cabe duda de que nos enfrentamos a unas prácticas artísticas que pueden describirse como colaborativas, en el sentido de que el artista abandona el principio de su autonomía creativa para negociar en diversas situaciones y con diferentes actores, articulando un nuevo relato social y político. 

Y hoy más que nunca tenemos que tener claro que el arte no puede convertirse en una abstracción en busca de la belleza, merodear alrededor de juegos florales o geométricos y entretenerse con los fuegos de artificio, que podrán satisfacer al mercado pero lo volverán de una mudez insoportable. El arte tiene que morder la realidad, responder a la complejidad de una sociedad que demanda respuestas, pero también, preguntas, atender a las preocupaciones sociales, comprometer la imaginación en la construcción de otro mundo y acompañar a quienes gritan que «si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir».


Un fotograma de no body is an island, una pieza de sound-videoPerformance creada por
Mind Revolution (Angel González y Eugenia Tejón), Mariate García y Tamara Norniella.


Hace medio siglo que el arte fusiona, de manera activa, a artistas públicos, compartiendo mensajes y códigos para establecer una comunicación bajo un contexto determinado. Como dice Jaime Rodríguez, «no podemos comprender la compleja multiplicidad de todo lo que nos rodea de forma individual». El asturiano coordina la exposición ‘Contexto’, que ocupa el CMAE con obras cuyo fin último es la exploración de nuevos modelos de producción, investigación y divulgación. Un conjunto con múltiples soportes y con ‘performances’ como la que ayer presentaron Mind Revolution, Tamara Norniella y Mariate García.

‘Contexto’ se enfoca en la comprensión del mensaje y en esa capacidad de los artistas como pieza autónoma para los procesos culturales. Paradoja inevitable; la autonomía del creativo está limitada por el espacio físico o el apoyo mediático. Pero esa es otra historia.

La exposición explora algo tan noble como la huída de una concepción monopólica del arte, planteando una descentralización en que las partes se conectan sin necesidad de un sistema organizativo y sin caer en la anarquía. Así, Nacho Suárez y Juan Carlos Suárez analizan la parte ‘pragmática’, con pinturas y poesías visuales. La parte científica la aportan Alberto Valverde y Sonia del Corro, con juegos matemáticos sobre el concepto de ‘hight & low tech’. Los contextos son siempre únicos, como demuestran César Naves, María Pérez Gil, Jaime Rodríguez y Sofía Santaclara con piezas de carácter efímero. Y las instalaciones interactivas de María Castellanos, Lucia Morandeira y Laura Fernández, en un recorrido ‘posible’ en torno a la tesis propuesta que nos enfrenta, como señala el crítico Jaime Luis Martín, a unas prácticas artísticas que pueden describirse como colaborativas, en el sentido de que el artista abandona el principio de su autonomía creativa para negociar diversas situaciones.


Algunas imágenes que configuran el catálogo de la exposición en formato libro de artistas:
A la izquierda "human brain" de César Naves, María Pérez Gil, Jaime Rguez y Sofía Santaclara. A la derecha una de las páginas creadas por Nacho Suárez y Juan Carlos Suárez.


Una de las piezas en 'Contexto' en el CMAE. :: SERGIO LÓPEZ

AVILES

El contexto une a trece artistas en el CMAE

04.08.12 - 01:15 -  C. R. | AVILÉS. 

Con la 'performance' de vídeo y sonido 'Mind Revolution' a cargo de la artista Tamara Norniella y la coreógrafa Mariate García se inauguró ayer la exposición 'Contexto' en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones de Avilés (CMAE), en la calle de Llano Ponte. Un llamativo espectáculo de luz y sonido para abrir una muestra conjunta de trece artistas entre los que se encuentran, Nacho Suárez, María Pérez Gil, Sofía Santaclara y Jaime Rodríguez.
La exposición, que estará abierta durante todo este mes, incluye videoinstalación, performance, montaje y pintura, cuatro disciplinas con las que sus autores muestran la divagación en los procesos culturales y lanzan una idea de equipo al participar en el desarrollo de una idea colectiva con sentido. Un reto artístico para los artistas que han formado parte de este proyecto cuya muestra se divide en cinco partes: presencial, pragmática, el contexto en distintas ciencias, el contexto es único e irrepetible y contextualización.
El multidisciplinar artista avilesino Jaime Rodríguez, comisario de la muestra, señala que es una interesante oportunidad de ver un ambicioso trabajo de vanguardia «de primerísimo nivel» en Avilés. El horario de apertura al público es de lunes a sábado 11 a 13 y de 18 a 21 horas.

En agosto, arte por un tubo

Las salas de exposiciones de la villa se suman a los alicientes del verano llenando sus locales con pinturas, fotografías y esculturas para todos los gustos

 07-08-2012 09:14 | Verónica GONZÁLEZ

El agosto avilesino destila arte por los cuatro costados. Hasta cuatro recintos exhiben desde primeros de mes colecciones de artes plásticas para todos los gustos: el palacio de Valdecarzana (calle Sol, 1), el Centro Municipal de Arte y Exposiciones (CMAE), la casa municipal de Cultura y la sala Vorágine (...)

«Contexto», en el CMAE, alberga las obras de varios artistas y se divide en cinco partes. La primera, llamada «Presencial», incluye sonido, videoarte y «performance»; está realizado por Mind Revolution, Tamara Norniella y Mariate García. La segunda serie es «Pragmática», una obra pictórica y textual (poesía visual) donde las frases recorren las paredes del CMAE, obra de Nacho Suárez y Juan Carlos Suárez. «El contexto en distintas ciencias» está realizado por Alberto Valverde y Sonia del Corro. César Naves, María Pérez Gil, Jaime Rodríguez y Sofía Santaclara son los autores de la serie «Un contexto es único e irrepetible». Por último, «Contextualización» es una instalación interactiva que pone en relación todos aquellos elementos que rodean e influyen sobre una acción. María Castellanos, Lucía Morandeira Novo y Laura Fernández Patiño son las encargadas de esta parte de la exposición. Todas estas series dividen una obra que parte de un contexto común. Puede visitarse de lunes a sábado desde las once de la mañana hasta la una del mediodía. Por la tarde, desde las seis hasta las nueve.

 

< una instantánea de la obra en directo no body is an island, una sound-videoPerformance creada por Mind Revolution, Mariate García y Tamara Norniella que se ha representado en la inauguración de esta exposición.